28 de junio de 2017

Nueva columna! Pequeños sabores

Estoy feliz de anunciar la nueva columna del blog, una que va a salir los miércoles y que se enfocará en la comida de nuestros hijos. No quiero hablar por hablar de comida para niños sin vivirlo, sin estar en la etapa para la que estaría dando la receta, por eso voy a llevarla de forma cronológica, acompañando el crecimiento de mi propio hijo. Él es un bebé de 11 meses, así que me parece perfecto momento para arrancar, bien desde cero.

Me encantaría que este espacio se transforme en un lugar de intercambio, en donde nosotras madres y padres podamos hablar acerca de lo que nos funciona, lo que no, y hasta hacer un poco de catársis. Con el primer hijo todos somos nuevos en esto, y cuando el pediatra te dice "vamos a empezar con los sólidos" te transformás automáticamente en un manojo de dudas. No importa que tan bien hayas cocinado toda tu vida, es como volver a empezar.



Foto de Bearmum.com, no es Little N



Mi hijo, llamémoslo por ahora "Little N" (no me siento muy comfy exponiéndolo por ahora), tiene 11 meses como ya venía diciendo y la morfi viene sobre ruedas. Come todo lo que le doy, y si tiene boniato mucho mejor! En casa somos omnívoros, por lo tanto él también, así que voy a hablar desde ese punto de vista. Todo bien con los adultos que adoptan CONSCIENTEMENTE y por decisión propia una forma de alimentación, pero imponérsela a sus hijos es algo que no comparto. Mi hermana es pediatra y me cuenta cuanto han aumentado los casos de desnutrición en los últimos tiempos, por padres que imponen en casa sus dietas muy restrictivas. Entiendan por desnutrición no delgadez extrema, sino una alimentación que no alcanza a cubrir las necesidades que el cuerpo tiene, que puede acarrear muchísimos problemas cognitivos y de desarrollo. No es chiste! Si aún así hay gente que le da a su hijo una dieta restrictiva, que sea bajo la supervisión de un nutricionista que pueda dar herramientas para suplantar aquellas carencias, herramientas indicadas para la etapa en la que está el niño.

Voilá! Ya veo que vamos levantando polémica... Todo lo que digo es con muchísimo respeto a las diferentes posiciones personales, pero cuando hablamos de alimentar a un niño, no es sólo para que no tenga hambre y no se queje, es para darle las mejores herramientas posibles para que pueda desarrollarse y ser un adulto sano, fuerte, feliz. Un niño con anemia va a ser un niño cansado, que no juega, que no aprende bien, y nadie (creo yo) quiere eso para sus hijos. Y PEOR me sienta que haya niños obesos, niños con hipertensión (si, niños con hipertensión), niños a los que se les está jorobando la vida de tan chiquitos porque imitan los malos hábitos de quienes los rodean.

Nadie dijo que tener hijos fuera fácil, y su alimentación no escapa a las tantas dificultades. Siempre hay que recordar que lo hacemos por su bien, no por nuestra comodidad.

Desde ya empiezo a guardar registro de las comidas que le hago a Little N. Nos vemos el próximo miércoles!!

2 comentarios:

  1. Qué buena idea! a nuestra beba de 6 meses también le encanta el boniato pero estoy experimentando un poco con otras verduras y ya le estamos añadiendo pollo y pescado. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices sobre las dietas! a lo mejor no afectan a un adulto pero un niño aún se desarrolla y para eso necesita nutrientes que solo una dieta equilibrada le puede dar.
    Bueno, ya estoy ansiosa de conocer las recetas favoritas de Little N :) un beso para toda la flia

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    1. Hola!! Si, el tema es poder darle las mejores herramientas para que se desarrolle bien. Ningún padre tiene malas intenciones, pero a veces las "buenas intenciones" van de la mano de la desinformación. Es por eso que digo que si se quieren hacer las cosas diferentes a las que indica el médico, mejor consultar con un especialista en nutrición.

      Ya estoy registrando algunas comidas de Little N para el próximo miércoles! Besos!!!

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